Caminaré, caminaré con el corazón roto… Cuando los puertos digan a adiós a los viejos amantes, yo me quedaré en mi tierra y tú seguirá tu rumbo al mar sin fin, volarán las garzas cantándole a Dios nuestra despedida, a morir con el pecho tatuado con este amor puro que llamaste, no puedo cambiar tu rumbo, ni tu vida, pero si cambiar que existió alguien que valió la pena, valieron las tantas horas de esperanza sin cambio a nada, a la final el error no fueron nuestros errores, fueron errores del pasado, heridas que no sana, heridas que sigue abiertas, heridas ni con la sal marina podrás matar.
¿Que pasará con dos garzas que viven en diferentes mundos y tiene ganas de volar?…la suerte se la dará el tiempo y la distancia a la esperanza.
Todos me preguntan por él, ¿Cuándo vendrá? ¿Estará acá? ¿Está semana?... y yo sigo en la banca de una sala de espera con muchas ilusiones en el bolsillo, miré al lado y no estabas y al otro lado, mucho menos. El vaivén de la sonrisa están vestidos de promesas de pocos hechos, de pasados fraudulentos, de raros acontecimientos pero al fin de cuenta mi nombre no ha sido anunciado, a esta misma hora miro las estrellas anhelando tocarla contigo y amanecer haciendo el amor.
¿Dónde estará nuestra alba? Las palabras calladas, las sorpresas, EL MOMENTO…son sustancias venenosas. Mañana vuelves a nacer y vivir de las experiencias, mañana estará con todos aquellos que nunca te traicionarán, aquellos que son tu base y tu sustento y yo solo seré la sombra en tu cuerpo; somos energía de amor.
Estoy oliendo a miel, y no se porque, quizá sea un nuevo perfume de mi piel o simplemente es el vaivén del sitio. Continúo abriendo los ojos por inercia ya que desde hace meses camino con una venda que ciega mi vista, supongo que ese hombre debe ser blanco, mas o menos alto, que sus ojos son azules como el dice, yo no tengo su cuerpo pero si su alma.
Lo único que tengo de el es su voz, esa voz que solo me da señales, es mi oxigeno cuando de verdad me estoy muriendo, en la mañana aunque lo escucho respirar se que esta a cientos de kilómetros y eso duele. Me levanto y continúo con mi vida, me saludo todos los días con una nueva cara en el espejo, confieso cuando puedo ensayo: ¿que pondré decirte el día que te vea? ¿Te diré la falta que me hiciste? ¿Qué te quiero abrazar? ¿Me besara? ¿Te diré te amo?...son tantas preguntas y pocas respuestas a la mano.
La sinfonía sigue latiendo cada segundo, me levanto y continúo con mi vida, y esa estupidez del perfume a miel solo es otra confusión, confundida porque pienso tanto en ti, en vez de mi propio yo, que locura!
1 comentario:
muy bueno!
Publicar un comentario